Ingeniería en Galicia

Con 3.874 MW instalados, Galicia es la tercera comunidad autónoma en capacidad eólica. Su desarrollo representa una oportunidad estratégica para la región y para España en su conjunto. 

El problema climático sigue agravándose año tras año, con temperaturas en constante aumento y fenómenos meteorológicos extremos que tienen graves repercusiones económicas y sobre la salud pública.

La actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030 no solo refuerza el compromiso de España con la transición ecológica, sino que también subraya la urgencia de transformar nuestro modelo energético y productivo.

La utilización de drones en el sector energético supone una revolución: desde la inspección de infraestructuras hasta la planificación de proyectos y el mantenimiento predictivo, tienen un papel esencial en la eficiencia, sostenibilidad y seguridad.

La inteligencia artificial (IA) ha emergido como una fuerza transformadora en diversos sectores, y la ingeniería no es la excepción. 

El sector de energías renovables emerge como un motor clave de crecimiento económico y generación de empleo en todo el mundo., presentando grandes perspectivas de empleo.

El modelo productivo ha cambiado drásticamente. Durante la última década las máquinas han ido sustituyendo a la mano de obra no cualificada, y es una tendencia que se mantendrá durante las próximas décadas.

Las políticas del siglo XXI exigen una apuesta por actividades económicas de calidad, servicios de alto valor añadido y por una industria especializada que nos permitan competir en un contexto global.

La celebración por parte de Gobierno de España de dos subastas de energías renovables, genera expectativas para una Comunidad Autónoma referente en generación de energía.

La parálisis del sector energético en España parece haber terminado con las subastas de nuevos proyectos de energías renovables, celebradas en los meses de mayo y julio de este año.

El futuro de los astilleros de Ferrol, y en general de Navantia, se resolverá en pocos meses. Del resultado de varias adjudicaciones depende una parte del tejido industrial gallego y desde luego, de Ferrolterra.