Fernando Blanco Silva es ingeniero industrial, economista y doctor en desarrollo sostenible. En la actualidad es delegado en Santiago de Compostela del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Galicia (I.C.O.I.I.G.) y vocal de la Asociación de Ingenieros Industriales de Galicia (A.I.I.G.), pero además es miembro del Colegio de Economistas de A Coruña, con lo que tiene un amplio conocimiento del valor que aportan los colectivos profesionales a la Comunidad Autónoma. En la siguiente entrevista de "Ingeniería en Galicia" repasamos el aporte de los colegios profesionales a la sociedad.

¿Cómo delegado en Santiago del Colegio, cuáles son las líneas básicas en la Delegación de Santiago de ICOIIG?

 En la Delegación de Santiago del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Galicia apostamos por tres líneas muy claras, como son la defensa de la profesión, las jornadas formativas y el networking entre profesionales.

¿Cómo se orienta la defensa de la profesión?

La defensa de la profesión trata de establecer la diferencia entre nuestra profesión y otras afines, evitando además el intrusismo profesional y haciendo pedagogía que somos los únicos titulados con competencias completas en el ámbito industrial. Nuestra profesión abarca temas tan diversos como la ingeniería mecánica, eléctrica, tecnologías energéticas o industrias químicas, y somos el único colectivo que tiene reconocido por ley la competencia en todos estos ámbitos.

¿Y las actividades formativas?

 Respecto a la formación indicar que realizamos múltiples actividades como charlas o jornadas técnicas con importante éxito en participación y asistencia. El objetivo que perseguimos es que el colegiado se ponga al día en las últimas tendencias tecnológicas, que con la Cuarta Revolución Industrial es hoy imprescindible.

¿Y el networking?

El networking sería la línea de actuación, la celebración de eventos sectoriales, desayunos de trabajo e incluso actos lúdicos buscan potenciar sinergias entre los colegiados y también entre otros asistentes; cuando se presenta un libro, en la celebración de una cena o en una charla siempre hay un intercambio de tarjetas que puede dar lugar a grandes alianzas en el futuro.

En un campo más amplio, al pertenecer a dos colegios profesionales, ¿por qué considera importante la actividad colegial en este siglo XXI?

En mi doble faceta de economista e ingeniero industrial hay un tema que se repite. Las tendencias actuales en administración pública están asumiendo la declaración responsable del administrado en lugar de la declaración de conformidad por parte de la administración a todos los niveles, tanto en permisos de instalaciones como de trámites fiscales, lo que debe ser analizado minuciosamente. En estos actos la responsabilidad recae sobre el administrado o empresario, y a veces confía en asesores que no están capacitados. Los colectivos profesionales pueden aportar un gran valor a la sociedad al ser una garantía de calidad que cuando profesional está colegiado ha realizado los estudios universitarios necesarios y está por ley reconocido para realizar sus funciones, sea un proyecto de ingeniería o sea una declaración fiscal (Impuesto de Sucesiones, IRPF, Impuesto de Sociedades…).